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Aceite de Lavanda

10,00

Dosificación

Aplicar con el rollon en la zona y masajear.

Consejos

Este aceite sirve para:

  • Pieles grasas y secas
  • Previene la formación de arrugas
  • Pieles inflamadas
  • Problemas de acné
  • Dolores de cabeza
  • Problemas con insomnio y agitación
  • Picaduras de insectos
  • Pieles con dermatitis
  • Quemaduras y erupciones en la piel
  • Síndromes premenstruales y dolores menstruales
Composición

La composición química del aceite esencial de lavanda es compleja, ya que posee más de 150 principios activos. La esencia de lavanda contiene un alto contenido de ésteres, los cuales son responsables del olor característico de la lavanda debido a sus moléculas aromáticas. Estos ésteres también producen efectos antiespasmódicos y analgésicos.

Entre los compuestos de la esencia de lavanda se encuentra el acetato de linalino, un alcohol terpeno con propiedades germicidas por naturaleza. Otros componentes, como cis-ocimeno, acetato de lavandulilo, 1.8-cineol, limoneno y geraniol, se suman a su poder germicida, bactericida, antiséptico, antiviral y antiinflamatorio, contribuyendo también al aroma fresco de la fragancia.

Además, se destacan algunos componentes específicos:

Linalool (20-43%): Un alcohol terpénico que contribuye a las propiedades relajantes y antiinflamatorias del aceite.

Acetato de Linalilo (25-47%): Este éster tiene propiedades calmantes y contribuye al aroma distintivo de la lavanda.

Terpineno-4-ol (0-8%): Un alcohol terpénico con propiedades antibacterianas y antifúngicas.

Precauciones

Contraindicaciones

El embarazo y el aceite esencial de lavanda:

El uso de esencias durante el embarazo no está permitido debido a la fragilidad causada por los cambios en el organismo de la mujer. Esto propicia que sustancias inofensivas puedan volverse letales tanto para la madre como para el feto.

La misma precaución se aplica durante el embarazo y la lactancia con respecto a todas las esencias conocidas. No se recomienda, ya que la esencia de lavanda puede causar efectos iatrogénicos y antiandrogénicos leves, generando un descontrol endocrino en el lactante que podría producir múltiples efectos colaterales de gran importancia y letalidad.

Aunque la lavanda tenga propiedades antisépticas y cicatrizantes, no se aconseja usarla en pezones agrietados o inflamados, ya que incluso una mínima cantidad de esencia ingerida por el lactante podría desencadenar problemas serios.

Advertencias

No es recomendable usar los aceites antes de salir a la calle o de exponerse al Sol,  pueden reaccionar a la los rayos ultravioleta y producir quemaduras.

Se recomienda guardar los aceites en un lugar fresco y oscuro para protegerlos de la luz y el calor que pueden degradar sus propiedades.

¿DE DÓNDE SALE EL ACEITE ESENCIAL DE LAVANDA?

Seguro que conoces de sobra las plantas de lavanda porque huelen de maravilla y están por todas partes (sobre todo en Instagram). El aceite esencial de lavanda se obtiene de las propias flores, esas que tienen un tono violáceo tan característico y forma de espiga.

¿QUÉ BENEFICIOS TIENE EL ACEITE ESENCIAL DE LAVANDA?

Al aceite esencial de lavanda se le atribuyen propiedades relajantes y calmantes y es un buen aliado a la hora de relajarse y dormir mejor. Pero no solo eso como puedes leer a continuación:
• Tiene propiedades antibacterianas y antimicóticas.
• También se usa para cicatrizar heridas y quemaduras, y para tratar picaduras de insectos, dermatitis, caspa, hongos y verrugas.
• Es antiespasmódico con lo que resulta útil en el tratamiento de infecciones leves de garganta y bronquios.
• Es antiinflamatorio, regenerador y muy adecuado para los problemas de acné.
• Potencia los efectos de otros aceites, por lo tanto es buen compañero de viaje para casi todos ellos.

¿PARA QUÉ SIRVE EL ACEITE ESENCIAL DE LAVANDA?

El aceite esencial de lavanda es el más básico de todos en aromaterapia porque tiene un olor muy suave y limpio. Y sirve para muchísimas cosas, más de las que te puedas imaginar.
• Ambientador. Un difusor o un quemador de esencias te ayudará a dispersar su aroma por toda tu casa.
• Rollo. Pon unas gotitas de aceite esencial de lavanda en el interior del rollo del papel higiénico y verás qué bien huele.
• Suavizante casero. Mezcla en un recipiente vinagre blanco y unas gotas de aceite esencial de lavanda y aplícalo al final del lavado.
• Baño relajante. Añade unas gotas en tu bañera y disfruta de sus propiedades relajantes.
• Armarios. Agrega unas gotas a tus saquitos de olor y distribúyelos por cajones y armarios.
• Relajación. Antes de dormir, pon en tu mesita de noche un pañuelo o popurrí impregnado con aceite esencial de lavanda. Puedes combinarlo con otros aromas.

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